“Sagene”
Iglesia cristiana evangelica Manantial de vida de Sevilla
“Asimismo el reino de los cielos es semejante a una
red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces; 48. y una vez llena, la sacan a
la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera. 49. Así será al fin del siglo:
saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, 50. y los echarán en el horno de
fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes” (Mateo 13:47-50)
Estamos a principios del
2017, y este año se inicia el periodo de extender el reino de Dios como nunca
antes lo hemos hecho.
Dios quiere usar a la
iglesia para llevar el reino de Dios a todos los lugares a los que podamos
llevarlo.
En esta parábola compara
el reino de Dios con una red.
1.- “Sagene”.- La palabra usada en
este pasaje que se traduce como red es “Sagene”.
Existen muchos tipos de
redes (grandes, pequeñas, medianas), de las que se tiran y se sacan pronto, y
de las que están un tiempo prolongado en el agua.
La “sagene” era:
a) Grande.- El reino de Dios es grande, no es pequeño.
Si pensamos en el reino de Dios, hemos de pensar en algo grande no pequeño.
“No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha
placido daros el reino” (Lucas 12:32)
El señor le dice esto a
los doce, cuando eran pocos, por eso les promete darles algo mayor, tan grande
como el reino de Dios.
Eran pequeños, pero
Dios les promete darles lo grande.
b) Se dejaba en el agua.- Y pasado un tiempo se
recogía.
Dios tiene paciencia, no va a sacar la red sino hasta
el final de los tiempos, entonces se hará recuento de lo que vale y de lo que
no. Por cierto, no lo haremos nosotros, serán los ángeles los encargados de
esta tarea.
Hemos de ser fieles, honrar a Dios de corazón, ya que
al final de los tiempos vamos a ser tasados.
Mucho de lo que tiene valor en la tierra, no lo tiene
en el cielo. Dios pesa el corazón, y la entrega a Dios.
El reino es donde Dios reina, no donde sea hacen
cosas.
c) Muchos sacan la red.- No es labor de uno
solo, toda la iglesia ha de involucrarse en la tarea de extender el reino de
Dios.
Evangelistas, discipuladores, consejeros, diaconos,
profesores de niños, coro, grupos de células, ONG, todo tiene que estar
involucrado en la extensión del reino de Dios.
No vale pescar con caña
y anzuelo, tiene que ser entre todos, como una red.
2.- “Echada en el mar”.- La red tiene que estar en el mar,
guardada en casa no vale para nada.
El mar es el mundo. “Me dijo también: Las aguas que has visto donde la ramera se
sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas” (Apocalipsis 17;15)
El reino de Dios está
formado por gente que antes estaba en el mar, en las calles.
Las almas tienen que
ser sacadas de la calle e introducidas en el reino de Dios.
3.- “Recoge”.- La red se echa en el mundo pero ha de sacarse fuera.
No puede permanecer en
el mundo, no podemos formar parte del mundo, estamos en el mundo pero no somos
del mundo.
La red en el agua se
pudre si no se saca, se rompe, y no vale para nada. Ha de salir fuera para
llevar fruto.
Una red rota no vale
para pescar, hemos de entender que hemos de estar unidos los unos a los otros.
Si las relaciones se
rompen, hemos de volver a coser las redes.
4.- Voluntarios y casuales.- En la pesca milagrosa muchos peces decidieron voluntariamente
entrar en las redes.
Otros pasaban por allí
y fueron capturados. Hay quienes se
acercan al reino de Dios cuando tienen problemas, y circunstancias difíciles, y
en esa situación se les predica el evangelio del reino de Dios.
5.- Toda clase de peces.- Sin
acepción de personas, el reino de Dios es inclusivo, recoge a todo tipos de
peces.
Por eso en la iglesia
se ve de todo, pobres y ricos, listos y no tantos, con estudios y sin ellos,
con habilidad musical, y difíciles de oír.
El trigo y la cizaña
crecen juntos, pero al final se probara y va a verse de que calidad somos.
Que bueno que la tarea
de seleccionar los peces la tienen los ángeles, no nosotros.
No es nuestra tarea
hacer la selección ni aquí, ni allí.
Nuestro trabajo es
extender el reino de Dios.
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