Disciplina de ejército
en el reino
Iglesia cristiana evangélica Manantial de vida de Sevilla
“Después partieron del monte de Hor, camino del Mar
Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino. 5. Y habló el pueblo contra Dios
y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este
desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan
tan liviano. 6. Y Jehová
envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió
mucho pueblo de Israel. 7. Entonces
el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y
contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró
por el pueblo. 8. Y Jehová
dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y
cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. 9. Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una
asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de
bronce, y vivía” (Números 21:4-9)
El pueblo de Israel no
entendió que Dios quería convertirse en un reino y de dejaba llevar por las
emociones y sentimientos. Esto producía cambios de ánimo extremos.
Un reino tiene que tener
un rey (Dios), unas leyes (la Biblia), un territorio (el mundo), unos súbditos
(los cristianos), y un ejército (Gente comprometida)
Veamos algunas lecciones
que aprendemos de este pasaje acerca de la mentalidad de disciplina de ejército
que tenemos que tener.
1.- Se desanimaron.- “se desanimó el pueblo por el camino”
Mucho andar en el desierto
“¿para qué, tal vez para nada?”. A
veces cuando estamos mucho tiempo sin ver frutos en nuestras vidas o en la
iglesia nos desanimamos, un ejército puede desanimarse.
- Tal vez lleva orando mucho
tiempo por algo que no llega y hay un momento de desánimo.
- Tal vez Dios dio una
promesa y aún no se ha cumplido.
- Tal vez trabajas duro y
ganas poco.
- Tal vez tienes problemas
en casa durante años y no se arreglan.
Cualquier cosa que no
produce lo que esperamos puede acabar en producirnos desánimo.
2.- La gente habló contra Dios y Moisés.- (V.5) El desánimo puede
llegar, a todos nos ha ocurrido alguna vez en nuestra vida, pero por amor a
Dios y a ti mismo, quédate ahí.
El desánimo les hizo
pecar. Hay que tener disciplina para desanimarse y no pecar.
Desanimado, pero
persistiendo y confiando en la fidelidad de Dios.
No des el paso delante
que dio el pueblo de Israel: “Y habló el pueblo contra Dios y contra
Moisés”
Hacer esto es llevar el
desánimo un paso más allá, y es peligroso.
Si te desanimas en tu
desánimo alaba a Dios y no te quejes.
3.- La gente con disciplina sabe que las palabras son
cosas reales.- Bendicen o maldicen.
Cambian el ambienten,
frenan la conquista o ayudan a conquistar.
Hablar mal de Dios y de
la iglesia produce retroceso en aquellos que son débiles y necesitan que se les
anime, no que se les machaque.
Tengamos cuidado con lo
que sale de nuestros labios, porque podemos estar creando maldición en nuestras
vidas y en la de otros.
Una iglesia que
conquista es una iglesia en la que todos nos apoyamos y peleamos la buena
batalla de la fe, dándonos animo y fortaleciéndonos los unos a los otros.
Dios no los castiga por
desanimarse, lo hace porque desanimaron a otros hablando.
4.- Las quejas son fundadas.- No eran mentiras, ya que
estaban en un desierto, no había pan, no tenían agua y estaban cansado del
Maná.
Si alguien se queja de
cosas que no ocurren no suele tener efecto, la gente sabe que algo va mal en
esa persona.
Pero cuando se queja de
cosas que ocurren la evidencia le da la razón al quejoso.
Se quejaron de cosas que
pasaban, pero no de cosas que eran desagradables a Dios.
Normalmente el que se
queja no lo hace porque no vea lo que está sucediendo, que lo está viendo, lo
hace porque no ve a Dios por encima de las circunstancias e ignora las
consecuencias de sus quejas.
La gente con disciplina
de ejército ve a Dios.
A veces tras la queja
hay intereses egoístas, se quejan de lo que todo el mundo ve, para ellos
conseguir algún tipo de beneficio personal.
5.- La gente con disciplina sabe que la gente joven y
la carnal son las víctimas de las quejas.- Estas son las que tienen problemas y los
que luego sufren las consecuencias.
La gente madura y la
espiritual está con Dios y con Moisés sin importarle el desierto, la falta de
agua, la falta de pan, o el maná.
La gente con mentalidad
de ejército cuida de los débiles, tiene corazón paternal.
6.- La queja produce muerte.- (V.6) “Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que
mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel”
Serpientes que mordían y
producen dolor semejante al fuego.
Lo que sale de la boca
acaba volviéndose contra ellos.
Con la boca se quejan,
con la boca de las serpientes son mordidos.
7.- Si fallaste al menos entiende el arrepentimiento.- “Entonces el pueblo vino a Moisés
y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a
Jehová que quite de nosotros estas serpientes” (V.7)
El dolor de haber
fallado a Dios produce tantas angustias que la gente inteligente acaba
arrepintiéndose.
Qué bueno que se
arrepintieran porque el arrepentimiento audible aleja el efecto del dolor de la
queja.
La queja sale por la
boca, y el arrepentimiento ha de salir por la boca.
Lo que la boca ha dañado
ha de restaurarlo la boca. La gente que estaba confundida con la queja, tiene
que oír de los que se quejaron que estaban equivocados, para disipar todas las
dudas.
8.- Moisés oró.- “Y Moisés oró por el pueblo” (V.8)
El hombre de Dios ora,
no se defiende con sus métodos naturales.
A nivel personal cuando
escuches críticas haz dos cosas: primero ora, segundo analiza, tal vez están
diciendo cosas que tienes que cambiar y tu no te dabas cuenta.
Lo que nos libra de la
destrucción de la queja son nuestras oraciones.
Cuando se quejan de ti o
de la iglesia, ora, es lo único que puede llevar a la gente a arrepentirse.
Claro en el proceso Dios
se mueve y aparecen serpientes ardientes.
9.- Jesús fue levantado igual que la serpiente.- “Y como Moisés levantó la
serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea
levantado, 15. para que
todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:14-15)
Igual que el pueblo de Israel se apartó de
Dios con la queja, también el mundo se ha apartado de Dios con la queja. Solo
Cristo puede volver a acercarnos a Dios.
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