Iglesia Cristiana evangélica Manantial de vida
Anuncio de la tercera visita
“He aquí, por tercera vez estoy preparado para ir a
vosotros; y no os seré gravoso, porque no busco lo vuestro, sino a vosotros,
pues no deben atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los
hijos. 15. Y yo con el
mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por amor de
vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado menos. 16. Pero admitiendo esto, que yo no os he sido carga, sino
que como soy astuto, os prendí por engaño, 17. ¿acaso os he engañado por alguno de los que he enviado a
vosotros? 18. Rogué a Tito,
y envié con él al hermano. ¿Os engañó acaso Tito? ¿No hemos procedido con el
mismo espíritu y en las mismas pisadas? 19. ¿Pensáis
aún que nos disculpamos con vosotros? Delante de Dios en Cristo hablamos; y
todo, muy amados, para vuestra edificación. 20. Pues me temo que cuando llegue, no os halle tales como
quiero, y yo sea hallado de vosotros cual no queréis; que haya entre vosotros
contiendas, envidias, iras, divisiones, maledicencias, murmuraciones,
soberbias, desórdenes; 21. que
cuando vuelva, me humille Dios entre vosotros, y quizá tenga que llorar por
muchos de los que antes han pecado, y no se han arrepentido de la inmundicia y
fornicación y lascivia que han cometido” (II Corintios 12:14-21)
Hay una versión que me gusta mucho: “Versión
lo más importante es el amor”
“Voy a visitarlos
por tercera vez y tampoco les costaré nada. No busco lo que tienen, los busco a
ustedes. Después de todo, son mis hijos, y los hijos no mantienen a los padres,
al contrario, son los padres quienes mantienen a sus hijos.15 Con gusto me desgastaré por
ustedes y también gastaré todo lo que tengo por el bien espiritual de ustedes,
aunque a juzgar por las apariencias parece que cuanto más los amo, menos me
aman ustedes a mí. 16 Algunos
de ustedes admiten que no les fui una carga, pero otros todavía piensan que fui
muy astuto y que de alguna manera tiene que habernos sacado el dinero 17 ¿Pero cómo?
¿Acaso alguno de los hombres que les envié se aprovechó de ustedes? 18Cuando le pedí a Tito
que los visitara y envié con él al otro hermano, ¿acaso Tito se aprovechó de
ustedes? ¡No!, porque ambos tenemos el mismo espíritu y caminamos sobre las
pisadas del otro y actuamos de la misma manera. 19 Tal vez piensen que decimos
estas cosas solo para ganármelos de nuevo, pues no, Dios es testigo de que lo
que he dicho ha sido con la intención de ayudarles, amados míos mi intención ha
sido edificarlos espiritualmente y nada más. 20 Pues temo que, cuando vaya,
no me guste lo que encuentre, y que a ustedes no les gustará mi reacción. Temo
que haya entre ustedes peleas, envidias, iras, divisiones, calumnias, chismes,
arrogancia y conducta desordenada. 21 Así es, tengo
miedo de que, cuando vaya de nuevo, Dios me humille ante ustedes. Y quedaré
entristecido porque varios de ustedes no han abandonado sus viejos pecados. No
se han arrepentido de su impureza, ni de la concupiscencia, ni de la
inmoralidad.”
Dos veces ha
ido Pablo a Corinto, y dos cartas les ha escrito. Ahora está planificando hacer
el tercer viaje, al menos así lo está anunciando.
No se sabe si
este viaje se llegó a realizar, la mayoría de los estudiosos dicen que no lo
hizo, que fue ejecutado antes.
La iglesia de
Corinto había sido una iglesia que le había dado muchos dolores de cabeza a
Pablo, una iglesia problemática.
En esta parte
Pablo se defiende ante algunas acusaciones que ha recibido de los corintios y
lo explica diciendo los principios que le han movido a él:
1.- No ha sido gravoso.- “tampoco les costaré nada” (V.14) Pablo
se costeaba su viaje y su estancia, se pagaba sus gastos.
Pablo no había
sido ninguna carga económica para los corintios, sin embargo le acusaban de
esto.
Hay personas a
las que no vamos a convencer nunca, porque piensan que los demás van a actuar
igual que lo harían ellos.
Hemos de no
aprovecharnos de los demás cristianos. Si alguien de la iglesia te hace un
trabajo págale, los cristianos no están para que nos hagan los trabajos gratis,
sino para que nosotros podamos bendecirles dándoles trabajo.
No abusemos de
la fe de otros.
2.- No buscar lo material.- “No busco lo que tienen, los busco a ustedes”
(V.14)
Todos nos relacionamos
con otros ¿Qué buscamos?
La gente se relaciona
para ver que saca, el vendedor se relaciona para ver que vende, buscamos sacar
partido de nuestros contactos, si hablamos con alguien automáticamente se
enciende el piloto “¿que me puede dar?”
Pablo muestra aquí un
principio revolucionario, “No
busco lo que tienen, los busco a ustedes” ¿Qué
es eso? Pues ni más ni menos que poner las cosas en orden:
-
La gente es más importante que lo que hacen.
-
La gente es más importante que lo que tienen.
No miremos a la gente como fuente de beneficios, sino como hermanos en
Cristo, como a hijos si somos pastores.
3.- Hemos sido salvados
para dar.- “los hijos no mantienen a los padres, al contrario, son los padres
quienes mantienen a sus hijos”(V.14)
Los pastores hemos ver a la gente como hijos a los que darles.
Los líderes han de ver a los demás como hijos a los que darles.
Los cristianos han de ver a los otros cristianos como hijos a los que
darles.
Dios nos puso para bendecir.
“Y yo con el mayor placer gastaré lo mío” (V.15) ¿Cuanto gastas de lo
tuyo en los demás? Te propongo que decidas en esta semana que viene gastar algo
tuyo en algún hermano de la iglesia, va a ser una experiencia excitante.
4.- No deseaba
conflictos.- “Pues temo que, cuando vaya, no me guste lo que encuentre, y que a
ustedes no les gustará mi reacción. Temo que haya entre ustedes peleas,
envidias, iras, divisiones, calumnias, chismes, arrogancia y conducta
desordenada” (V.20)
Los
cristianos hemos ser gente de paz, no buscar ni desear conflictos, pero sin
embargo debido a traumas del pasado, a la inmadurez y a múltiples factores de
la personalidad, a veces hay conflictos en las iglesias, pero la gente madura
no los desea, y tratan de buscar la paz.
Pablo
nos indica algunos de los problemas que temía encontrarse cuando fuera a ver a
los corintios porque ya los había visto con anterioridad. Veamos cuales son y
como hemos de evitarlos:
a.-
Contiendas.- Sinónimos: Rivalidad, competencia,
conflictos, peleas
La gente de Dios no quiere esto en la
iglesia, pero a veces lo hay ¿Qué hacer para que esto no nos afecte?
Evidentemente huir de las situaciones de tensión, y humillarse, no querer
exaltar el ego sobre otros, porque esto solo producirá más contienda.
b.-
Envidias.- Normalmente la envidia viene de comparar lo mejor
de otro con lo peor nuestro.
Todos tenemos cosas buenas y cosas
malas, demos gracias a Dios por eso y demos gracias a Dios por lo que tienen
otros.
La gratitud es lo contrario de la envidia, sea
agradecido y la envidia se disipará de su corazón.
El envidioso es alguien al que se le
olvidó agradecer.
c.-
Iras.- Las iras son explosiones, todo parece que va
bien con el hermano, pero de pronto
explota.
La ira es más propia de los animales que
del hombre, el ser humano ha tener control y no dejarse llevar por los
impulsos.
Si usted padece de estas explosiones,
trate de buscar a Dios, cuente hasta cincuenta antes de hablar, salga del sitio
y de un paseo, no estropee en un segundo lo que le costó edificar toda la vida.
d.-
Divisiones.- “Erithia” originariamente esta
palabra describía el trabajo que se hace por un salario, de ahí paso a
significar lo que se hace solo por dinero.
Se producen las divisiones porque se
miran las cosas de esta manera, buscando lo que nos produce beneficio.
Los intereses personales son las causas
de las divisiones.
Cuando hacemos esto estamos causando
división en nuestro corazón con el resto de los hermanos de la iglesia.
Sea desprendido, luche contra las
divisiones dándose usted mismo sin
buscar interés y dando de lo suyo, igual que hacía Pablo.
e.-
Maledicencias.- “Katalalia” hablar con bajeza. Sinónimos:
Insultos, palabrotas, ataques hechos en voz alta, atacar con palabras.
Como luchar contra esto, con disciplina,
y enterrando al viejo hombre por un lado, y dejando de hacer teatro en la
iglesia, es decir, hablar como ángel en el templo y de cualquier forma fuera.
f.-
Murmuraciones.- Es hablar suave con maldad. En Costa
Rica lo describen muy bien con la frase “aserruchar el piso” es actuar en
oculto, es la maldad de los cobardes. Si bien, cuando se ven acosados, piensan
que no tienen salida, o entienden que ya han conseguido lo que buscaban se
quitan la careta y pasan a la “Katalalia”.
¿Cómo luchar contra esto? Amigo, si
usted lo hace arrepiéntase, y si alguien le viene a murmurar de otro,
simplemente dígale que sus oídos son santos y que no pueden oír semejantes
cosas.
g.-
Soberbias.- Tengamos un buen concepto del
ministerio que Dios nos dio, pero no de nosotros mismos.
Si nos enaltecemos sobre otros nos
causaremos problemas y tensiones.
La humildad es el cementerio de la
soberbia. Levantemos a Dios y no a nosotros mismos.
Exalta lo bueno de otro y no mires lo
malo.
h.-
Desórdenes.- Tiene que ver con la vida moral y
personal, no con la relacional.
“Dios es un Dios de orden”
Cuando hay falta de visión, falta de ética, cuando cada uno hace lo que quiere,
se produce un desorden que afecta a la iglesia.
5.-
Motivación general, “Llorar por los que pecan”.-
“Y quedaré
entristecido porque varios de ustedes no han abandonado sus viejos pecados”
Sintamos lo mismo que Pablo por los que
se pecan en la iglesia.
No estamos para condenar sino para
llorar.
Iglesia Cristiana evangélica Manantial de vida
Iglesia Cristiana evangélica Manantial de vida